Evangelio del día – Lunes XVIII Ord Mt 14, 13-21
“Tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas” (Mt 14, 19-20).
Dialogamos con Jesús:
– Gracias Señor porque tu presencia convierte nuestra aridez, en un lugar de encuentro y de fraternidad.
– Yo Soy el Pan Vivo bajado del cielo. La multiplicación de los panes, hace que todo se parta y se reparta. La unidad pasa por compartir lo poco que tenemos, para que sea de todos y entonces se multiplica.
– Gracias porque en cada Eucaristía te das por entero a cada uno; así nos llamas a formar una sola familia.
– Yo hago posible lo que humanamente es imposible. Levanten los ojos hacia Mí. Yo me doy como comida y estoy en todos.
– Ayúdanos a ser generosos; que pongamos todo lo que tenemos al servicio de los demás; así nos haces fecundos por el Espíritu que nos regalas.
– Yo les pido que no se pierda nada; todo lo que procede de Dios es grande e importante y cambia la realidad humana.
– Ayúdanos a vivir en comunidad, sin perder la identidad, la singularidad de ser nosotros mismos. Que sintamos que nos amas tal como somos y evitemos juzgar a los demás.
¿Dejo que Dios transforme mi realidad personal y así sea un don para los demás?
¡Jesús, dame tu Pan de Vida!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc