Evangelio del día – Sábado XXXII Ord Lc 18, 1-8
«En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle al juez: “Hazme justicia frente a mi adversario”. … “le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”. Y el Señor añadió: … pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?» (Lc 18, 3-6).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque somos tus elegidos y respondes con prontitud a nuestras necesidades.
- Yo Soy bondad infinita; quiero derramar la gracia divina en sus corazones; pero necesito que preparen su interior para que la puedan acoger.
- Despierta nuestros afectos, haz que fijemos en ti la mirada y te aclamemos en todo momento. Danos la inquietud, para que te busquemos; que seamos perseverantes en la oración.
- Yo les hago justicia, les doy la fuerza para superar las dificultades con los otros. No los consideren adversarios; elíjanlos como hermanos.
- Gracias porque nos sientas en la misma mesa y nos haces descubrir lo bueno de cada uno. Haz que lo podamos expresar, para que tendamos puentes de fraternidad.
- Yo les he comprado con mi Sangre. Ahora, cuiden este tesoro; sean prudentes frente al mal espíritu.
- Ayúdanos a ser guardianes de los otros, recordándoles cuál es el camino que están llamados a recorrer.
- Yo les pido que insistan una y mil veces, de formas diferentes y con caridad. La paciencia todo lo alcanza.
¿Soy perseverante para buscar y hacer el bien?
¡Jesús, hazme atento a las necesidades de los otros!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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