Evangelio del día – Viernes XXXIII Ord Lc 19, 45-48
“Después entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”». (Lc 19, 45-46).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque has elegido nuestro corazón como tu morada, lugar de encuentro íntimo, donde escuchas nuestra oración e interpretas lo que sentimos.
- Yo los llamo a la comunicación profunda, para vivir en comunión. Sí, estoy sacramentalmente en el sagrario de cada parroquia o capilla; pero también quiero habitar sus corazones para darles vida.
- Ven a reinar en nosotros; purifícanos de todo lo que nos divide o dispersa; haz que pongamos los ojos en Ti.
- Yo les pido que cuiden su corazón; no se dejen llevar por las modas del momento o la disipación de la diversión. Eduquen la mirada; busquen escuchar mi Palabra y guardarla en su memoria; cultiven el pudor, como cuidado de su identidad y singularidad. Los he comprado con mi Sangre y me pertenecen a Mí.
- Ayúdanos a tener el tiempo de oración, de encuentro personal contigo; que te podamos entregar todo lo que nos preocupa o las debilidades que sentimos; santifícanos con tu Espíritu.
- Yo estoy con Uds.; no confíen en cualquiera; vivan en la confidencia conmigo o quien les escuche en mi Nombre. Su corazón es sagrado, está llamado a vivir eternamente. Despierten el deseo de vivir en mi amistad.
¿Entro en la capilla con actitud de adoración?
¡Jesús, ven a morar en mi corazón!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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