Señor, dame un corazón filial

Meditación:

Jesús por su muerte y resurrección nos ha hecho hijos del Padre; al recibir el Bautismo hemos entrado en la familia de Dios. El Padre al mirar a su Hijo nos ve a cada uno de nosotros. Nos ama entrañablemente, en forma constante se nos entrega y nos da nueva vida, sostiene todo nuestro ser. Estamos llamados a la alegría, pues nos ama gratuitamente e incondicionalmente; pero necesitamos abrirnos por la fe a la confianza.

Sólo entonces dejamos obrar a Dios y cuidamos aquello en lo que tenemos algún poder de decisión. La angustia, el miedo, el deseo de placeres inmediatos,… son impedimentos que ponemos a la acción divina en nuestro corazón. Pues hacemos prevalecer nuestros razonamientos y la mentalidad de la comodidad.

En la medida que creemos en Dios como Padre y así lo proclamamos ante los demás, entonces se afianza nuestra relación filial y crece la confianza. Entonces podemos asumir los compromisos que nos pide en favor de los demás sin miedo, confiados en su gracia.

Oración: Señor, dame un corazón filial y que viva en confianza.

Contemplación:

  • Tengo miedo ante las dificultades y me paralizo, no hago el bien que me llevaría a la paz.
  • Yo Soy tu Padre, te cuido, confía.
  • Quiero vivir la filiación con el Padre.

Acción: Guiarme por la confianza en el Padre.

Hno. Javier Lázaro sc.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *