Señor, dame vida con tu Palabra

Meditación:

El consumismo y la infinidad de preocupaciones que asumimos no nos dejan vivir la Palabra; son las espinas de nuestro tiempo. Nos inventamos problemas, para no asumir el compromiso de entrega total a Cristo y a su Palabra. Desconfiamos del poder germinativo o del crecimiento del Reino en nuestro corazón.

La tierra fértil es el corazón que constantemente está buscando la Palabra, que se recrea escuchando o leyendo, que se sienta a los pies de Jesús para experimentar lo que dice y todos los acontecimientos los discierne según la Palabra.

Los frutos son evidentes en: la paz que vivenciamos, la forma de relacionarnos con los otros, en la luz que percibimos en el camino, la comunión que establecemos con Cristo, en el despertar de la caridad, el deseo de entrega y la forma de escuchar a los demás.

Oración: Señor, dame vida con tu Palabra y haz que la guarde en el corazón.

Contemplación:

  • Leo la Palabra como un trámite, me olvido, no la llevo a la vida.

  • «Yo por la Palabra doy mi aliento… escucha…».

  • Quiero ser dócil y guardar lo que me comunicas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *