Señor, despierta en mí el deseo de vivir eternamente junto a Ti

Lectura:

«Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: «Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». «Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo» (Jn 16, 19-20).

Meditación:

Todas las realidades humanas dolorosas nos duelen, tenemos un corazón compasivo y otras veces nos apegamos afectivamente a los demás… somos normales, pero no podemos quedarnos mirando fijamente el momento presente; por los ojos de la fe vamos más allá, nos orientamos a la eternidad.

Jesús nos dice que va junto al Padre y equivocadamente pensamos que nos quedamos solos. Pero no; nos envía al Espíritu Santo, que: nos dirige hacia Dios, nos ayuda a vivir la libertad, eligiendo siempre el bien y la verdad; nos enciende en el fuego de su amor, que nos ayuda a recibir a los hermanos.

Por la fe siempre podemos ver a Jesús que camina a nuestro lado y nos sostiene. Es preciso despertar el corazón a las realidades eternas, para librarnos de la esclavitud del materialismo, del hedonismo, del deseo de dominio, …

Oración:

Señor, enciende en mí el deseo de vivir eternamente junto a Ti.

Contemplación:

  • Veo las cosas que me entristecen y me doy cuenta que son pasajeras. Quiero vivir de convicciones profundas…
  • Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida… ven a Mí… quiero que vivas desde ahora las realidades divinas…
  • Te miro con fe y te sigo…

Acción:

Caminar por la fe con Cristo.

Hno. Javier Lázaro sc

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