Señor, enséñame a amar

Lectura: “¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?»… Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente. (Mt 13, 55-58).

Meditación:

Al decir que Jesús es el hijo de San José y de la Virgen María, tratan de desacreditarlo, porque son personas sencillas, humildes, trabajadoras, esposos que se aman según Dios, que es el centro de su existencia y sólo siguen su voluntad. Todo esto que el mundo no valora, hace que Jesús tenga una sabiduría humana extraordinaria.

La gran universidad en humanidad de Jesús es su familia, María y José; que viven el uno para el otro. Viven su amor de desposorio, sin relaciones conyugales, no están dependientes sexualmente; por eso María permanece Virgen y sólo tiene a Jesús como hijo biológico. Los que nombran como hermanos y hermanas, en el idioma arameo, son primos.

Por la falta de fe, desconocen que Jesús es Dios, por eso no comprenden y no puede hacer milagros, pues no encuentra corazones que los vea como un signo divino.

Oración: Señor, enséñame a amar, a darme por entero y acoger al otro.

Contemplación:

• Busco ser más que los otros, con los éxitos o logros… pero no aprendo a vivir.

• «Yo Soy el Camino, te enseño por la humildad».

• Quiero seguirte con sencillez y vivir en tu familia.

Acción: Servir a los otros gratuitamente.

Hno. Javier Lázaro sc.