Señor, enséñame a ser caritativo

Meditación:

Si decimos que queremos a alguien, es preciso aprender a corregirlo fraternalmente. Siempre con caridad; porque buscamos su bien y no porque no aceptamos o nos molesta lo que hace. Supone valor y examinar nuestra conciencia, para ver que no estemos haciendo nosotros mismos lo que queremos corregir en los otros.

Primero, debemos rezar por la persona a la que queremos corregir; segundo, cultivar la actitud de humildad; tercero, buscar las palabras y el momento adecuado; cuarto, hacerlo en forma privada, en un lugar apartado; quinto, si soy corregido, aceptar lo que me dicen y no recusar; …

La corrección fraterna es un signo de amistad y potencia la comunión. Cuando somos corregidos, es preciso ser agradecidos y ver que lo que nos dicen es cierto, para ponernos en camino del cambio; confiando siempre en la gracia personal. Pidiendo perdón si con nuestras actitudes hemos molestado.

Oración: Señor, enséñame a ser caritativo, cuando corrijo al otro.

Contemplación:

  • Me creo superior a los otros, no permito que me corrijan… y camino en la oscuridad.

  • «Yo Soy manso y humilde de corazón… acepta la corrección».

  • Quiero escuchar y aceptar los errores, para cambiar.

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