Lectura: “El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo …se pone a ajustar las cuentas con ellos” (Mt 25, 16-19).
Meditación:
Todos hemos recibido dones de parte de Dios; sin merecerlos, nos los da gratuitamente; pero necesitamos acogerlos y comprometernos, haciéndolos fructificar. Al corresponder al amor de Dios, entonces lo experimentamos y se acrecienta su bondad en nuestro corazón, que nos llena de paz y alegría.
El miedo y la falta de compromiso hacen que nos quedemos inacabados como personas. Al nacer ya tenemos toda la dignidad de hijos de Dios, pero se realiza cuando ejercemos la libertad de la entrega en el servicio a los otros.
Los carismas recibidos, se integran a nuestra persona en la vivencia y ejercicio de la vocación; en caso contrario se atrofian y se pierden, así vivimos en la nostalgia y la tristeza. Es tarea de todos los días ponerse en camino para ir a la acción. Los ideales se alcanzan con el esfuerzo personal y la ayuda de la gracia.
Oración: Señor, haz que corresponda a tu llamado a la plenitud.
Contemplación:
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Reconozco en mí las inquietudes que ha sembrado el Espíritu, pero me quedo pensando…
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«Yo te llamo y te doy la fuerza… espero que respondas».
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Quiero darme totalmente y trabajar contigo.
Acción: Corresponder al amor de Dios.
Hno. Javier Lázaro sc.
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