Lectura: “«Maestro, ¿cuándo va a será el final?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». Él dijo: «Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras ellos…»” (Lc 21, 7-8).
Meditación:
Los discípulos, están maravillados de la grandeza del templo de Jerusalén. Pero Jesús les avisa que eso pasará, que llegará el fin del mundo; que estén atentos y no se dejen engañar por falsos profetas. Hoy, nosotros también podemos quedar confundidos por los avances tecnológicos y los progresos de la inteligencia artificial. Todo eso, a la hora de la verdad no cuenta nada.
Sólo es importante el encuentro personal con el otro y con Cristo, y en definitiva el paso amoroso a la eternidad. Ahora es importante trabajar y contribuir por una sociedad más justa. Es preciso buscar el Reino de Dios que nos humaniza y nos ayuda a vivir como hijos del Padre.
Jesús nos alerta para que no nos dejemos llevar por las noticias espectaculares y hagamos elecciones que nos conduzcan a su encuentro. La novedad no siempre es lo mejor; nosotros nos guiamos por la Palabra de Dios y seguimos el ejemplo de los santos.
Oración: Señor, haz que sepa interpretar los signos de tu presencia.
Contemplación:
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Las redes sociales y las noticias me tienen atrapado… e ignoro tu presencia.
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«Yo vivo en tu corazón; te doy el Espíritu Santo para guiarte».
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Quiero seguirte y buscar sólo tu voluntad.
Acción: Vivir conscientemente en la presencia de Dios.
Hno. Javier Lázaro sc.
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