Señor, no me dejes caer en la tentación

Meditación:

Jesús nos habla de estar vigilantes ante las acciones del demonio. Siempre va a seguir insistiendo para robarnos el corazón y dominarnos. Lo hará con formas sutiles, con apariencia de bien. Es preciso discernir y actuar con determinación, apartándonos de las ocasiones o tentaciones que nos llevan al pecado. El maligno es el padre de la mentira, por tanto, siempre nos va a tratar de engañar para esclavizarnos.

Nuestro corazón sólo le pertenece a Cristo; nos ha comprado con su Sangre. Nos ha asociado a su Cruz y Resurrección; cada contrariedad que nos llega, unidos en la lucha a la Cruz de Jesús tiene un valor infinito; pues venceremos y nos hace vivir resucitados o transfigurados.

La tentación es insistente, es preciso decir no cuando todavía somos conscientes y tenemos la fuerza para elegir. No debemos dar un solo paso, aunque todavía no sea malo, cuando sabemos que nos conducirá al pecado. Cristo siempre nos da la gracia.

Oración: Señor, no me dejes caer en la tentación y líbrame del mal.

Contemplación: 

  • Me creo muy seguro y autosuficiente… pero quedo envuelto por el mal…

  • «Yo te doy mi fuerza… busca siempre el bien».

  • Quiero caminar siempre en tu luz.

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