Lectura:
“Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes” (Jn 16, 13-14).
Meditación:
Jesús conoce nuestras limitaciones y usa la pedagogía de ir paulatinamente introduciéndonos en el conocimiento de su Corazón; además nos da un maestro interior, el Espíritu Santo. En la medida que nos acercamos a su Luz, nos va iluminando más y más.
El Espíritu Santa nos hace vivenciar el amor del Padre y del Hijo, nos introduce en su familiaridad, nos infunde el deseo de dar gloria a Dios. Espera que correspondamos, que le demos cabida interior, en los pensamientos y sentimientos. Estamos llamados a dejarnos conducir por Él.
El Espíritu es el dulce huésped de nuestro corazón, es el suave alivio en las angustias y la alegría en el llanto. Nos conoce amándonos, dándonos la vida divina; sana todas las heridas y es fuego que nos enciende en amor. Nos une como familia de Dios y siempre nos conduce a Cristo.
Oración:
Ven Espíritu Santo enciéndeme en el fuego de tu amor y conduce mi vida
Contemplación:
- Quiero vivir en autenticidad, pero veo en mí la división y la contradicción de mis conductas…
- Yo te doy el Espíritu Santo, déjate conducir…Él es expresión de mi amor con el Padre…
- Dame un corazón dócil, que escuche y siga tus insinuaciones, lléname…
Acción:
Estar atento a lo que me comunica el Espíritu Santo.
Hno. Javier Lázaro sc