Evangelio del día – Natividad de la Virgen Mt 1, 16.18-23
“La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo” (Mt 1, 18).
Dialogamos con la Virgen María:
- Felicitaciones María, porque eres la elegida, la predilecta de Dios.
- Yo soy la sierva del Señor; sólo quiero lo que Dios disponga para mi vida.
- Alégrate María, porque has unificado tu corazón, entregándoselo completamente al Señor.
- Yo pertenezco a Dios, que me ha desposado con el Espíritu Santo, para ser la Madre de Jesús.
- Eres la más bella de todas las criaturas; has sido elegida desde siempre para ser nuestra Madre y llevarnos al Padre.
- Con José, vivimos en familia, pero mirando sólo servir a Cristo. Nuestra comunión es espiritual. Nos hemos entregado enteramente a Dios; José cuida mi virginidad y yo la suya.
- Ayúdanos a cuidar el corazón; que en todo nos orientemos hacia Dios y el servicio de los otros.
- Con San José, siempre estamos abiertos al misterio de Dios; aunque no entendíamos cómo obra el Espíritu Santo en mí, siempre confía.
- Ayúdanos a discernir la llamada de Dios en nuestra vida; guíanos, queremos identificarnos contigo. Como tú, queremos seguir a Jesús.
- Tengan una mirada de fe; dejen los razonamientos de costo-beneficio. Es el Espíritu quien les llena de sus dones y les permite decir sí.
¿Me dejo moldear el corazón como María?
¡Felicitaciones María, llena de gracia!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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