Evangelio del día – Lunes XXVI Ord Lc 9, 46-50
“Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado” (Lc 9, 47-48).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque conoces nuestros pensamientos y sentimientos; y como Buen Pastor nos libras de aquello que nos causa dolor o división.
- Yo les llamo a vivir la humildad y a servir a los demás. Descubran y valoren la inocencia de los niños; déjense ilusionar por la candidez, pues les permitirá descubrir y gustar el misterio del amor de Dios.
- Danos un corazón de niño, con capacidad de asombro ante la creación y de alcanzar la libertad para vivir en todo momento de tu bondad.
- Yo estoy presente en los pequeños para el mundo. Engrandezco su corazón y lo embellezco con la paz que nadie les puede quitar.
- Haz que te descubramos presente en los pobres, en los que sufren. Danos entrañas compasivas para que nos acerquemos con misericordia y los ayudemos.
- Yo veo sus corazones; los conozco y los amo. No me pueden ocultar nada. Ábranme su corazón, quiero sanar todas las heridas, aquello que les avergüenza y no se atreven a contar. Yo lo sé y quiero que sean plenamente felices.
¿Puedo abrir mi corazón y contar a Jesús lo que siento que me duele?
¡Jesús, dame la mirada de la inocencia!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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