Evangelio del día – Fiesta de San Lorenzo
“Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna” (Jn 6, 24-25).
Dialogamos con Jesús:
– Gracias Señor por el don de la vida y la libertad. Gracias porque nos llamas a existir y nos das la capacidad de elegir para realizarnos plenamente y ser felices.
– Yo les doy Vida, y quiero que como la semilla de trigo den fruto abundante.
– Remueve las actitudes de nuestro corazón, haz que seamos la tierra buena, que podamos escuchar tu llamada y responder con generosidad.
– Yo les doy el germen de la fecundidad; ahora cada uno sólo necesita poner el corazón en Mí: muriendo a la sensualidad, acogiendo mi Palabra y viviendo la caridad hacia los otros en forma constante.
– Ayúdanos a morir a nosotros mismos: que dejemos los miedos, que renunciemos al aplauso, que asumiendo la mirada de la fe, apartándonos al silencio…
– Solo pueden embellecer la vida, entregándose al servicio gratuito a los demás, dándose, buscando el bien de los otros sin pedir recompensas.
– Danos espíritu de renuncia y que busquemos sólo tu mirada para hacer tu voluntad; que tengamos la libertad de elegir siempre lo mejor y lo más excelso.
¿A qué tengo que morir, para que viva la amistad con Cristo?
¡Jesús, dame vida con tu Palabra!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc