Evangelio del día – Martes XXIII Ord Lc 6, 12-19
“En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles” (Lc 6, 12-13).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque nos llamas, somos tus elegidos. Te has fijado y nos miras con amor. Quieres que participemos de la vida Trinitaria y en la extensión de tu Reino.
- Yo les llamo a mi amistad, a experimentar el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo. Por eso paso la noche en oración.
- Gracias porque nos enseñas a orar, a poner todo en las manos de Dios, para que nos dejemos conducir y vivamos en paz.
- Con el Padre y el Espíritu Santo, existimos en perfecta unidad. Pero como Hombre necesito tiempo para estar en Ellos y preciso subir al monte (salir de las tareas cotidianas), y así vivir el encuentro profundo.
- Ayúdanos a salir de lo inmediato y a poner la mirada en Ti; que todo lo hagamos contigo, el Padre y el Espíritu Santo.
- Yo les infundo el Espíritu Santo cuando se acercan a la oración, les hago nacer de nuevo y les impulso a ir al encuentro con los otros, descubriéndoles como hermanos.
- Enséñanos a ir a tu encuentro; que a lo largo del día podamos hacer oración y nos dejemos guiar por tu Espíritu.
¿En las tareas cotidianas elevo mi corazón a Dios?
¡Jesús enséñame a vivir el encuentro profundo contigo!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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