Evangelio del día – Miércoles XXIII Ord Lc 6, 20-26
«¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y los proscriban, considerándolos infames y los proscriban, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas!» (Lc 6, 23-24).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque nos llamas a vivir en la Verdad y a ser auténticos en todas las situaciones, aunque los demás no nos entiendan o acepten.
- Yo Soy la Verdad. Sean coherentes en todo momento, siendo mis testigos en el mundo. No estén pendientes de lo que dicen o hacen los demás; sean Uds., mismos; síganme con valentía.
- Gracias por el don de la alegría, que nos das cuando somos auténticos y buscamos el bien de los demás.
- Yo les doy la esperanza cierta de la recompensa final, en la eternidad. Pero desde ahora les hago felices por arriesgar todo por Mí, llevando mi Reino.
- Tenemos miedo a ser rechazados; algunas veces la comodidad y la pereza nos paralizan. Ayúdanos; haz que sigamos tus pasos con valentía.
- Yo les llamo, son mis profetas en el mundo. Cada uno tiene una misión en el mundo. Les doy mi gracia que les sostiene.
- Gracias por llamarnos a la alegría; haz que regalemos confianza a los que nos rodean
¿Siento la predilección de Dios en medio de las contrariedades?
¡Jesús, gracias por llamarme a la alegría!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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