Evangelio del día – Sábado XXIV Ord Lc 8, 4-15
“Los del borde del camino son … Los del terreno pedregoso son… Lo que cayó entre abrojos son … Lo de la tierra buena son los que escuchan la palabra con un corazón noble y generoso, la guardan y dan fruto con perseverancia” (Lc 8, 12-15).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque siempre estás sembrando la semilla del Reino en nuestros corazones.
- Yo necesito que cultiven y cuiden el corazón, para que puedan acoger mi Palabra, llena de vida divina, que les fecunda y les hace gustar la verdadera alegría.
- Líbranos de las tentaciones del camino, saca las piedras que apagan las ilusiones, libéranos de las preocupaciones y los deseos mundanos, que siempre nos apartan de tu amistad.
- Yo les doy el oído atento; educo su capacidad de escucha; cultivo el buen gusto por las cosas espirituales.
- Danos un corazón bueno, con la inocencia de los niños, así te podremos recibir con alegría y vivir la caridad, que son actitudes del ecosistema donde se hace viva tu presencia.
- Yo les doy la generosidad para responder a mis llamados. Aprendan a confiar. Tengan la seguridad, que siempre darán buenos frutos y se convertirán por la acción del Espíritu en Pan de Vida para otros.
- Ayúdanos a perseverar en tu amistad con un corazón ardiente. Sólo queremos ser tuyos y para siempre.
- Sean portadores de la Buena Semilla de mi Palabra.
¿Con qué corazón escucho y cuido la semilla de la Palabra?
¡Jesús, tu Palabra me da Vida!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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