Jesús, haz que viva en tu amistad

Evangelio del día – Miércoles XVIII Ord Mt 15,21-28

“La samaritana respondió: «¡Y sin embargo, Señor, los cachorros comen las migas que caen de la mesa de sus dueños!». Entonces Jesús le dijo: «Mujer, ¡qué grande es tu fe! ¡Que se cumpla tu deseo!». Y en ese momento su hija quedó curada” (Mt 15,27-28).

Dialogamos con Jesús:

– Gracias Señor porque nos das el don de la fe que nos permite descubrirte siempre presente en nuestra vida. Nos haces desear tu amistad; pones en nuestro corazón hambre de Ti.

– Yo estoy con Uds., siempre estoy dispuesto a escucharlos, aunque algunas veces les haga esperar para que preparen mejor su corazón y puedan acoger el don de Dios, mi amistad.

– Somos tuyos; Tú ves lo que sentimos y deseamos; pero con frecuencia no sabemos expresarnos. Gracias porque interpretas nuestros sentimientos.

– Yo acojo sus peticiones y respondo con generosidad; me conmuevo ante la humildad; no son cachorros. Están sentados en la mesa del Padre y participan de su banquete. Les doy a comer mi Cuerpo.

– Tú te das por entero; el don es infinito. Pero ahora depende de nosotros cómo te queremos recibir, cómo nos comprometemos, hasta dónde te dejamos estar en nuestra vida y ser tuyos.

– Yo me doy, si viven en mi amistad; así maduran afectivamente, pueden superar las dificultades y establecer relaciones de fraternidad con todos. Pasan de la adolescencia espiritual, a la madurez de querer dar vida.

¿Soy constante en la oración para entrar en la amistad con Cristo?

¡Jesús, haz que viva en tu amistad!

En unión de oraciones,

Hno. Javier Lázaro sc

comentarios cerrados