Evangelio del día – Lunes XXV Ord Lc 8, 16-18
“Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o la mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entren vean la luz. Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público” (Lc 8, 16-17).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor por los dones que nos has dado y que estamos llamados a poner al servicio de los demás.
- Yo los he embellecido con infinidad de dones; quiero que los acrecienten con su trabajo y ayudando a otros. Lo que guardan para sí mismos, lo pierden y les lleva a la angustia.
- Gracias porque nos llamas a entregarnos con humildad; sin creer que somos los protagonistas; pues eres Tú el que nos permite hacer el bien. Haz que todo lo hagamos para tu Gloria.
- Yo veo y conozco todos los corazones. Aprendan a arriesgar. Den lo máximo… confíen, lo que falte Yo se lo regalo. Busquen el bien, aunque algunas veces se vean débiles, Yo los sostengo.
- Ayúdanos abrirte nuestro corazón, para que sanes todas las heridas y nos conviertas en luz para cuando nos vean. Haz que demos testimonio de tu infinita misericordia.
- Que todos vean vuestras buenas obras y den gracias a Dios. Aprendan a alabar mi Nombre por todo lo bueno que hacen los demás.
¿Busco la gloria de Dios o que me aplaudan?
¡Jesús, que todo lo haga por Ti!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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