Evangelio del día – Lunes XXIII Ord Lc 6, 6-11
“Jesús les dijo: «Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?». Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo: «Extiende tu mano». Él lo hizo y su mano quedó restablecida” (Lc 6, 9-11).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque siempre nos llamas a hacer el bien, como camino de entrar en comunión contigo, de practicar la caridad e identificarnos con aquello que hacemos.
- Yo les pido que hagan lo bueno, para participar de la bondad divina y liberar el corazón, sanando así todas las heridas.
- Danos una mirada atenta a las necesidades de los otros y generosidad para ponernos a su servicio.
- Yo curo sus manos cuando obran el bien; sano el corazón que agradece; libero los labios en la medida que se abren a la alabanza. Al paralítico del evangelio, le hago poner en medio y extender la mano, lo libero del encierro de su egoísmo.
- Gracias porque podemos vivir la caridad en todo tiempo, primero con los que están cerca, pues todos necesitamos la ayuda de los demás. Así unificamos el corazón y la acción; el trabajo y la oración.
- Yo les pido que sean humildes. Dejen que los demás los ayuden; acepten las limitaciones personales y vivan en la caridad.
- Nos cuesta salir de nosotros mismos; ayúdanos a vivir en esperanza haciendo el bien.
¿Libero mi corazón y mis manos, haciendo el bien?
¡Jesús, quiero vivir para servir!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
comentarios cerrados