Evangelio del día – Martes XX Ord Mt 19, 23-30
“«Entonces, ¿quién podrá salvarse?». Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: «Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible»… «Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna»” (Mt 19, 25-29).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque siempre nos das tu gracia para que podamos crecer en tu amistad y santidad.
- Yo les doy toda la ayuda necesaria; pero necesito que abran el corazón con humildad y colaboren en este deseo de ser verdaderamente felices.
- Líbranos del orgullo de pensar que podemos solos. Que siempre vivamos unidos a Ti por el cordón umbilical de la oración y los sacramentos.
- Yo quiero vuestra salvación, que vivan eternamente junto al Padre y todos los santos. Ahora cada uno tiene que comprometer todo su tiempo y esfuerzo para vivir el Reino de Dios.
- Gracias porque eres el Todopoderoso y nos llamas a ser reyes sirviendo a los otros.
- Yo los llamo, pero es preciso que vivan la libertad afectiva, que me sigan, dándome el primer lugar en sus vidas, por encima de otros afectos.
- Ordena nuestro corazón; reina en nuestras vidas. Que respondamos a tu llamado, confiados de que nos enriqueces con infinidad de dones, que ennoblecen las relaciones humanas.
- Yo lleno sus corazones del amor que les colma de alegría.
¿Estoy dispuesto a poner a Cristo en el centro de mi vida?
¡Jesús, reina en mi corazón!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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