Evangelio del día – Lunes XXX Lc 13, 10-17

“Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo.  Al verla, Jesús la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad». Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios” (Lc 13, 11-13)

Dialogamos con Jesús:

  • Gracias Señor porque te fijas en las limitaciones que sentimos para encontrarnos con los otros y nos liberas, nos enseñas a mirarlos como hermanos.
  • Yo veo el corazón. Esta mujer está encorvada sobre sí misma, encerrada en su realidad personal, incomunicada… Pero Yo Soy comunión, sano todas las heridas, para que puedan ser un don para los otros.
  • Llámanos, ilumínanos con tu mirada, sácanos del aislamiento, haz que nos demos a los demás, que estemos atentos a sus necesidades.
  • Yo les doy la libertad; las cosas de este mundo nos generan dependencias que nos llevan a la ceguera espiritual. Todos están llamados al diálogo personal con Dios y con los otros.
  • Ayúdanos a ser dóciles a tu llamada; que sigamos el camino que nos propones; despierta nuestros corazón y labios a la alabanza. Necesitamos superar la mudez y expresar lo bueno que hacen los otros, liberándonos así de la envidia, la confrontación y el resentimiento.
  • Yo les pido que estén atentos a los “espíritus”, los comentarios y las críticas tóxicas de alrededor, para que sepan separarse y cuidar el corazón.

¿Tengo la tendencia a cerrarme sobre mí mismo?

¡Jesús, dame la libertad!

En unión de oraciones,

Hno. Javier Lázaro sc

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