Evangelio del día – Sábado XXIX Lc 13, 1-9
«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró… Córtala. ¿Para qué va a perjudicar el terreno?”. Pero el viñador respondió: “Señor, déjala todavía este año y mientras tanto yo cavaré alrededor y la abonaré, a ver si da fruto en adelante. Si no, la puedes cortar”» (Lc 13,6-8).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque nos quieres alimentar con tu Palabra (significada en la higuera), que está presente en medio de las tareas cotidianas (en la viña).
- Yo Soy la Palabra; camino a vuestro lado. Pero con frecuencia no me escuchan o no dan importancia a lo que les comunico. El fruto que espero es de conversión y de comunión.
- Perdona nuestra indiferencia y que estemos aturdidos por tantos ruidos interiores y exteriores. Líbranos del activismo y la incapacidad para ponernos a tus pies, para seguir tu voluntad.
- Yo cada día les doy una nueva oportunidad; les acerco mi alimento, les envío el Espíritu; abono su corazón con la gracia y las mociones que necesitan.
- Gracias por esta nueva oportunidad. Haz que trabajemos contigo y para Ti. Danos humildad para acercarnos a tus sacramentos, que son torrentes de gracia.
- Yo quiero que den fruto abundante y que sean felices en lo que hacen. Busquen mi Palabra, dediquen tiempo para rumiar y gustar lo que les comunico.
- Que en tu amistad logremos la paz que anhelamos.
¿Dedico tiempo a meditar la Palabra?
¡Jesús, quiero dar frutos según tu Corazón!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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