Evangelio del día – Miércoles XXVIII Ord Lc 11, 42-46
«¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y los saludos en las plazas! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!» (Lc 11, 43-44).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque nos das ejemplo de humildad; siendo Dios, te haces Hombre por nuestra salvación.
- Yo he elegido hacerme Hombre para elegirlos como hermanos y llevarlos al Padre. Uds. sean servidores los unos de los otros. No busquen sobresalir entre los demás. Todos son amados por el Padre.
- Ayúdanos a abajarnos ante los demás; que descubramos su grandeza y dignidad. Danos un corazón coherente y que vivamos hacia afuera lo que sentimos adentro. Haz que cultivemos la amistad contigo, para que nos encontremos con los demás con una mirada fraterna.
- Yo les doy el Espíritu para que vivan en la Verdad y no se dejen llevar por la mentira de las apariencias y la hipocresía.
- Enséñanos a hacer las cosas en silencio, sin buscar compensaciones, ni manipular a los demás. Hagan que todos se sienten en la mesa del Padre, busquen la fraternidad universal.
- Yo les doy vida con mi Palabra, con el Pan de Vida y mi Sangre; tienen la vida divina en sus corazones. No dejen que broten en Uds. sentimientos contrarios a la bondad.
- Queremos valorar a cada persona que está a nuestro lado y no dejarnos engañar por las apariencias.
¿Busco ser humilde de corazón?
¡Jesús, haz que sea servidor de todos!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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