Señor, quiero contemplar tu mirada y recibir tu Luz

Lectura:

“Pedro dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien estamos aquí! … Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo»” (Mt 17, 4-5).

Meditación:

Jesús siempre nos quiere llevar a una vivencia profunda de su amistad; algunas veces con situaciones luminosas como esta de la transfiguración y otras en la contrariedad donde nos muestra la fecundidad de la cruz o la fuerza del amor.

La tentación que se nos presenta es quedarnos ahí en esos momentos de gozo interior; pero Jesús nos hace ver que le acompañamos en la misión de extender el Reino. La relación con Dios va infinitamente más allá de lo que perciben los sentidos. El Padre se hace siempre presente, nos llena del Espíritu (la sombra) y nos muestra el Camino de la plenitud: Cristo.

Cuando el Padre dice, “este es mi Hijo amado”, nos lo está diciendo a cada uno, pues Jesús nos ha injertado en su Cuerpo y nos ha hecho hijos del Padre. Por eso nuestra vocación es la alegría, que nadie nos puede quitar.

Oración:

Señor, quiero contemplar tu mirada y recibir tu Luz.

Contemplación:

  • Me detengo en las dificultades… y con frecuencia me olvido del gozo de tu amistad…
  • Yo quiero que seas feliz… busca el tiempo para nuestra intimidad… te lleno de gozo.
  • Quiero salir de mis cosas… para vivir sólo en Ti

Acción:

Cuidar los tiempos de oración.

Hno. Javier Lázaro sc

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