Ayúdame Señor a alcanzar la libertad sirviendo a los otros

Lectura:

«¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: «Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña». El respondió: «No quiero». Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: «Voy, Señor», pero no fue. (Mt 21, 28-30).

Meditación:

Con frecuencia nos dejamos llevar por el primer impulso y decimos que no ante la necesidad del otro. Pero al reflexionar, nos damos cuenta que en el servicio gratuito se encuentra nuestra felicidad. La renuncia a nosotros mismos, hace que podamos vivir la verdad y hacer el bien.

Todos somos invitados a trabajar en la viña del Señor. Allí nos reunimos como comunidad de hermanos. La división que percibimos en nuestro interior, tiene su correlato en la relación con los otros. El Padre nos quiere reunir como familia, en la viña; el fruto es el vino de la alegría.

Al obedecer la voluntad de Dios, conquistamos la libertad. Él siempre nos propone lo más sublime y excelso. El seguir nuestros caprichos nos da la una libertad que nos lleva a la esclavitud.

Oración:

Ayúdame Señor a alcanzar la libertad sirviendo a los otros. Quiero trabajar en tu viña, que es la multitud de hermanos que me necesitan y me hacen sentir amado.

Contemplación:

Veo cómo se acerca Jesús y me llama a seguirlo para trabajar en la extensión de su Reino. Me gozo al encontrarme con otros hermanos que viven el mismo ideal.

Acción:

Escuchar la voz de Jesús que me llama y responder con determinación.

Hno. Javier Lázaro sc

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