Evangelio del día – Sábado XXXIII Ord Lc 20, 27-40
“Jesús les dijo: «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección” (Lc 20, 34-36).
Dialogamos con Jesús:
- Gracias Señor porque nos has elegido para vivir desposados espiritualmente con tu Corazón. En el Bautismo has unido nuestra vida a la tuya, y así quieres que se prolongue eternamente.
- Yo los llamo a una relación personal e íntima, que compromete todo su ser.
- Ayúdanos a madurar afectivamente (dimensión fundamental de la sexualidad); que entendamos que todas las relaciones con los otros, tienen una proyección hacia el cielo y de comunión contigo. Tú eres quien da sentido al amor humano.
- Yo les muestro el camino del cielo. En la medida que viven la castidad o la virginidad, según su estado de vida, ya se anticipan a la vida eterna. El orden en la relación con los otros, les abre la imaginación a gustar anticipadamente la amistad perfecta con Dios.
- Perdona las veces que reducimos a las personas al nivel de las cosas; perdona nuestras debilidades y las veces que no nos dejamos acompañar. Ayúdanos a dar a todo una orientación espiritual.
¿He descubierto que mi corazón aspira a los bienes eternos?
¡Jesús, haz que ame a tu manera!
En unión de oraciones,
Hno. Javier Lázaro sc
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