Padre, quiero vivir como hijo y hermano; sostenme con tu aliento

Lectura:

“Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos …». (Lc 11, 1-4).

Meditación:

Jesús no da clases sobre oración; Él habla con el Padre y despierta en sus discípulos el deseo de hacerlo también, entonces le piden que les enseñe a orar. Nuestro corazón tiene sed de Dios, de encuentro con el Padre y ahora le podemos abrir el corazón para escuchar y decirle lo que sentimos, desde lo más profundo de nuestro ser.

Nos enseña el Padrenuestro, la oración más entrañable, que nos llena de confianza; hablamos desde lo más íntimo con Dios, que se nos comunica como Abba (Papá). Es un Padre único, que se caracteriza por la ternura y amor infinitos, que nos elige como hijos.

La oración del Padrenuestro, aunque la recemos en forma individual, siempre nos hace familia, hace presente a los otros y los podemos descubrir como hermanos. Como Padre se ocupa de todo lo que necesitamos, por su infinita bondad es infinitamente providente.

Oración:

Padre, quiero vivir como hijo y hermano; sostenme con tu aliento.

Contemplación:

  • Por las capacidades que me has dado, caigo en la autosuficiencia.
  • Yo Soy Padre y tú eres mi hijo amado.
  • Gracias por elegirme y hacerme tu hijo; quiero vivir la filiación y la fraternidad, llevar tu Reino a todos.

Acción:

Rezar el Padrenuestro con alegría.

Hno. Javier Lázaro sc

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