Señor, ayúdame a dejar todo, solo quiero estar contigo

Lectura:

“«Entonces, ¿quién podrá salvarse?». Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: «Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible». Pedro, tomando la palabra, dijo: «Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?»” (Mt 19, 25-27).

Meditación:

Fácilmente caemos en la tentación de la autosuficiencia; creemos que nos bastamos a nosotros mismos, prescindimos de la gracia de Dios y de la ayuda de los otros. Dios nos ha creado para el encuentro y la comunión; estamos llamados en forma constante a buscar la Vida en Cristo. Sin Él no podemos hacer nada bueno.

Jesús pone como exigencia para seguirlo dejar todo, todo, para hacer que Él esté en el centro de nuestra existencia. Y Pedro le recuerda que los discípulos lo han dejado todo… Jesús les promete su cuidado amoroso, nos infunde su Espíritu y nos llena de confianza.

En cualquier vocación (vida consagrada, matrimonio o sacerdotal) necesitamos pertenecer a Cristo, orientarlo todo hacia Él. Pues caminamos hacia su encuentro, para vivir eternamente desposados con Él. Por más que parezca lejos, por la muerte pasamos a estar con Él; desde ahora queremos vivir en matrimonio espiritual con Él. El Espíritu viene en nuestra ayuda.

Oración:

Señor, ayúdame a dejar todo, solo quiero estar contigo.

Contemplación:

  • Pierdo la referencia de la eternidad, ocupado en las cosas del tiempo…
  • Yo te llamo; quiero que vivamos juntos. Déjate conducir y sostener por el Espíritu.
  • Quiero que ocupes el centro de mi corazón.

Acción:

Orientar mis afectos hacia Cristo.

Hno. Javier Lázaro sc

comentarios cerrados