Señor dame un corazón humilde, abierto a gustar tu amistad

Lectura:

“«¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá esta sabiduría y estos milagros?». Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia»” (Mt 13, 56-57).

Meditación:

La gente de Nazaret conocía a Jesús desde Niño y sabían quiénes eran sus familiares; pero desconocían que es el Hijo de Dios; por eso ahora no aceptan los signos que realiza y aunque admiran sus enseñanzas, las rechazan por envidia. Se preguntan: cómo es posible que tanto tiempo en silencio y ahora se manifiesta así.

La sabiduría es un don de Dios, supone gustar las realidades espirituales; pero necesita corazones bien dispuestos (no tiene nada que ver con la inteligencia, está en relación al amor que se vive por Cristo). La sabiduría es la forma de estar en el mundo, pero siempre con una referencia clara a Cristo.

El profeta es despreciado porque su testimonio nos exige un salto cualitativo, aprendiendo a relativizar todo lo de este mundo y aspirar a las realidades eternas. Nos autocomplacemos en lo que hacemos o tenemos, pero nuestro corazón está hecho para vivir el encuentro personal con Dios.

Oración:

Señor dame un corazón humilde, abierto a gustar tu amistad.

Contemplación:

  • Estoy atrapado en mis cosas… e ignoro a las personas que me rodean y a Cristo que habita en mí.
  • Yo estoy contigo… te doy mi Espíritu…, gusta mi amistad…
  • Quiero vivir para Ti, y ser tuyo eternamente.

Acción:

Estar atento a los otros.

Hno. Javier Lázaro sc

comentarios cerrados