Señor, envía operarios a tus campos; muchos esperan tu Palabra

Lectura:

“Jesús designó a otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies»” (Lc 10,1-2).

Meditación:

Todos los bautizamos, pertenecemos a Cristo y nos envía a anunciar su Reino; somos sus mensajeros. El nos da su Espíritu, para que en el momento oportuno nos dé las palabras y los sentimientos que necesitamos. Es el fuego de su amor el que nos impulsa y nos llena del gozo que nadie nos puede quitar.

Nos manda en su Nombre y vamos junto a otros hermanos. La gran tentación que podemos sufrir es el individualismo o la búsqueda de protagonismo personal. Estamos llamados a hacerlo todo como Iglesia, como familia de Dios; somos simples instrumentos del Espíritu. Cuando buscamos nuestra gloria, sólo llegamos a la tristeza y al vacío.

En esta misión de llevar el Reino, también tenemos el mandado de pedir al Padre más vocaciones para que se consagren al servicio exclusivo de Cristo. La oración por el aumento de las vocaciones es la prioridad en la evangelización.

Oración:

Señor, envía operarios a tus campos; muchos esperan tu Palabra.

Contemplación:

  • Me envías y algunas veces uso tu mensaje, creyéndome dueño.
  • Yo te doy mi Palabra, da todo gratuitamente; sólo vive en mi amistad.
  • Gracias Señor, eres mi recompensa. Gracias por llamarme a tu viña.

Acción:

Rezar por las vocaciones.

Hno. Javier Lázaro sc

comentarios cerrados