Señor, eres mi tesoro, sólo quiero vivir en Ti

Lectura:

“El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo” (Mt 13, 44).

Meditación:

El Reino, es la persona a Jesús; cuando nos dejamos encontrar por Él porque buscamos su misericordia y gustamos su amistad, todo cambia en nuestra vida. Cristo se convierte en el tesoro de nuestro corazón. Ya sólo queremos vivir con Él y quedamos consagrados a Él.

Necesitamos vender todo lo demás y poseer sólo a Cristo. Cuando vendemos algo, ya no es nuestro, no podemos volver atrás; para siempre lo único que nos ocupa es Cristo. Entonces toda nuestra atención, sentimientos, miradas, afectos y voluntad deben estar en Jesús. Así vivimos una amistad íntima y profunda, que necesitamos cuidar (esconder) para manifestar sólo por la alegría.

Comprar el campo donde está el tesoro, el reino de Cristo, supone vivir ahí, en su Corazón, dejando que nos encienda en el fuego de su amor. Trabajamos en el campo del Reino, acogiendo a otros, invitándolos; pues este tesoro crece en la medida que servimos a los demás y damos gloria a Dios.

Oración:

Señor, eres mi tesoro, sólo quiero vivir en Ti.

Contemplación:

  • Quiero poseer muchas cosas… pero me pierdo, pues quedo dividido y no estoy plenamente contigo.
  • Yo Soy el tesoro que buscas… mi Reino es eterno… ven a vivir en Mí.
  • Quiero vivir sólo para Ti y habitar en tu Corazón.

Acción:

Hacer todo por Cristo y con Él.

Hno. Javier Lázaro sc

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