Señor, haz que viva tu resurrección con alegría

Lectura:

“El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto»” (Jn 20, 1-2).

Meditación:

Jesús ha resucitado. Aleluya, Aleluya. El amor del Padre le ha devuelto a la Vida y nos llena de su Luz. Resucitemos con Cristo. María Magdalena, antes del amanecer, su Único y primer trabajo es buscar a Cristo. Pero lo quiere encontrar con sus fuerzas humanas (todavía estaba oscuro), necesita la mirada de la fe.

No se queda quieta en su tristeza, está abierta a lo nuevo, ya ve el sepulcro abierto y se ocupa de inquietar a Pedro y a Juan. Comparte su preocupación, ve confirmada su búsqueda, tiene razones, tiene necesidad de eliminar las dudas.

El Señor ya está resucitado y se comunica con quienes lo buscan; se manifiesta a los que viven su Reino y lo anuncian a los demás. Los deseos buenos y perseverantes, el Espíritu Santo, los confirma con el ENCUENTRO y la ALEGRÍA.

Oración:

Señor, haz que viva tu resurrección con alegría. ALELUYA, ALELUYA.

Contemplación:

Acompaño a María Magdalena,… caminamos hasta el sepulcro,…todo ha cambiado… ya no está ahí. Jesús, nos enciendes en amor,… queremos verte… Compartimos esta inquietud… Nos preparas interiormente para el Encuentro, despiertas la voluntad, el deseo, la mirada de la fe… cambias nuestras lágrimas en alegría: has RESUCITADO.

Acción:

Buscar a Jesús con fe.

Hno. Javier Lázaro sc

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