Señor, mi vida te pertenece, sólo soy tuyo

Lectura:

“Jesús le dijo a Pedro: «Eso quiere decir que los hijos están exentos de impuestos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti»” (Mt 17, 26-27).

Meditación:

Jesús le hace ver a Pedro, que somos hijos del Padre, ciudadanos del cielo; pero aún así, estamos llamados a colaborar para mejorar la sociedad, pagando los impuestos. Al pagar con la misma moneda, nos da entender que la vida de Jesús queda asociada a la nuestra.

No pagan los impuestos con el dinero de la bolsa que guarda Judas; Jesús le manda a Pedro a buscar en la boca de un pez. El anzuelo representa la oración constante; el lago simboliza la inmensidad de la bondad de Dios; la boca es la riqueza que podemos sacar de la Palabra.

Podemos confiar, estamos seguros de que Dios siempre nos provee de lo necesario. Pero también estamos llamados a darnos a los demás, formando comunidad con Cristo. Cuando nos damos al servicio de los otros, nos entregamos en Nombre de Jesús, llevamos la sobreabundancia de su amor.

Oración:

Señor, mi vida te pertenece, sólo soy tuyo.

Contemplación:

  • Voy solo y hago muchas cosas… pero me canso y no encuentro el sentido…
  • Yo te llamo, te elijo y te envío… Vamos juntos… Yo te sostengo y te doy mi Vida.
  • Gracias por asociar mi vida a la tuya.

Acción:

Hacer todo con Cristo.

Hno. Javier Lázaro sc

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